El proyecto consiste en la reconversión de dos pequeños locales comerciales anexos del Distrito 1 de Ho Chi Minh City, cada uno con diferentes alturas libres entre ellos y estructuras independientes, en un único local de ocio nocturno, con el ambicioso objetivo de convertirse en uno de los clubs de referencia en la vida nocturna de la ciudad.
Por un lado, nos comprometimos a que el proyecto, dado que iba enfocado a un usuario foráneo, acabara relatando algunas las condiciones y singularidades que hacen hermoso al país de Vietnam. Por otro, que el relato debía materializarse en una obra construida con pocos elementos. El color, los reflejos y dos materiales: metal y vidrio.
Diseñamos un espacio pensando en los bellos paisajes de las terrazas de cultivo vietnamitas, materializado en una topografía invertida que como una nube queda suspendida del techo. La importante tradición artesanal de este país nos permite comprender el ejercicio constructivo también desde la manera artesanal de ejecutarla, más que tecnológica.
Y para aproximarnos a los deseos que nos transmitía el cliente de disfrutar de un espacio único, reconocido y exitoso, nos propusimos simplificar y unificar las percepciones que en él debían de producirse, estableciendo el negro (mate metalizado) y el dorado como valores estéticos que posicionarían por sí mismo al proyecto. Trabajamos por construir una atmósfera de acentuado carácter estético, influenciando hasta a los visitantes que acaban por hacer suya la estética del espacio adaptando su propia indumentaria.
Se ha buscado un espacio único que desdibuja sus límites, donde se crucen miradas en estas paredes facetadas con espejos negros. Igualmente, la fachada, como piel que separa un mundo interior de la concurrida avenida donde se localiza, hace de filtro protector, mediante unas lamas verticales, de lo que dentro sucede, a la vez que permite una visión sesgada de la intensa actividad interna.
El resultado un espacio homogéneo, donde, sin embargo, se provocan distintas actividades como son las reuniones en grupo, zona VIP, barra de cocktail o una singular cabina de DJ. Todo ello realizado bajo el desarrollo del mismo detalle constructivo que se acomoda sutilmente a la función para la formación de estos espacios.
Fotografías: Tomqast
El proyecto consiste en la reconversión de dos pequeños locales comerciales anexos del Distrito 1 de Ho Chi Minh City, cada uno con diferentes alturas libres entre ellos y estructuras independientes, en un único local de ocio nocturno, con el ambicioso objetivo de convertirse en uno de los clubs de referencia en la vida nocturna de la ciudad.
Por un lado, nos comprometimos a que el proyecto, dado que iba enfocado a un usuario foráneo, acabara relatando algunas las condiciones y singularidades que hacen hermoso al país de Vietnam. Por otro, que el relato debía materializarse en una obra construida con pocos elementos. El color, los reflejos y dos materiales: metal y vidrio.
Diseñamos un espacio pensando en los bellos paisajes de las terrazas de cultivo vietnamitas, materializado en una topografía invertida que como una nube queda suspendida del techo. La importante tradición artesanal de este país nos permite comprender el ejercicio constructivo también desde la manera artesanal de ejecutarla, más que tecnológica.
Y para aproximarnos a los deseos que nos transmitía el cliente de disfrutar de un espacio único, reconocido y exitoso, nos propusimos simplificar y unificar las percepciones que en él debían de producirse, estableciendo el negro (mate metalizado) y el dorado como valores estéticos que posicionarían por sí mismo al proyecto. Trabajamos por construir una atmósfera de acentuado carácter estético, influenciando hasta a los visitantes que acaban por hacer suya la estética del espacio adaptando su propia indumentaria.
Se ha buscado un espacio único que desdibuja sus límites, donde se crucen miradas en estas paredes facetadas con espejos negros. Igualmente, la fachada, como piel que separa un mundo interior de la concurrida avenida donde se localiza, hace de filtro protector, mediante unas lamas verticales, de lo que dentro sucede, a la vez que permite una visión sesgada de la intensa actividad interna.
El resultado un espacio homogéneo, donde, sin embargo, se provocan distintas actividades como son las reuniones en grupo, zona VIP, barra de cocktail o una singular cabina de DJ. Todo ello realizado bajo el desarrollo del mismo detalle constructivo que se acomoda sutilmente a la función para la formación de estos espacios.
Fotografías: Tomqast