Edificio de Servicios Sociales Barrio Alto
Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
· 2022

Preexistencias y ampliación

Se propone un crecimiento del centro mediante la construcción de dos nuevos pabellones de semejante volumetría, que enriqueciendo espacialmente su relación con el entorno permita la conexión en diversidad de puntos con el barrio al que asiste.

Protección y acondicionamiento exterior

Mediante el juego con celosías, conseguimos desdibujar los límites geométricos de la parcela a la vez que permitimos diferentes grados de privacidad y protección. La delimitación del nuevo cerramiento permite obtener espacios de uso público asociados al uso del centro, a la vez que se limita y controla el acceso al mismo.

El espacio central que configuran los cuatro pabellones y que más que un recibidor funciona como el espacio de relación, como viene siendo las plazas de los pueblos, se acondiciona mediante la instalación de unas estructuras (cerchas aligeradas) sobre las cuales se coloca un sistema de lamas de protección solar y unos elementos de cubrición a demanda de las circulaciones y conexiones.

La plaza como centro

Este edificio aprende de cómo son las organizaciones de vecinos de los pueblos, en torno a una plaza. Ella sirve especialmente como espacio de relación (sirviendo a las asociaciones, vecinos, colectivos, etc.), pero además como espacio de significación del ciudadano, por ello su cualidad espacial que, si bien no es de grandísimas dimensiones, mantiene un cuidado diseño de sus elementos, todos ellos funcionales y con la lógica del soporte bioclimático.

Es por ello el centro de organización del edificio, por el que transcurren todas las actividades y funciones y que nutre no solo de actividad, sino también de ventilación e iluminación natural.

Colaboración con Javier Haro Greppi

Edificio de Servicios Sociales Barrio Alto
Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
· 2022

Preexistencias y ampliación

Se propone un crecimiento del centro mediante la construcción de dos nuevos pabellones de semejante volumetría, que enriqueciendo espacialmente su relación con el entorno permita la conexión en diversidad de puntos con el barrio al que asiste.

Protección y acondicionamiento exterior

Mediante el juego con celosías, conseguimos desdibujar los límites geométricos de la parcela a la vez que permitimos diferentes grados de privacidad y protección. La delimitación del nuevo cerramiento permite obtener espacios de uso público asociados al uso del centro, a la vez que se limita y controla el acceso al mismo.

El espacio central que configuran los cuatro pabellones y que más que un recibidor funciona como el espacio de relación, como viene siendo las plazas de los pueblos, se acondiciona mediante la instalación de unas estructuras (cerchas aligeradas) sobre las cuales se coloca un sistema de lamas de protección solar y unos elementos de cubrición a demanda de las circulaciones y conexiones.

La plaza como centro

Este edificio aprende de cómo son las organizaciones de vecinos de los pueblos, en torno a una plaza. Ella sirve especialmente como espacio de relación (sirviendo a las asociaciones, vecinos, colectivos, etc.), pero además como espacio de significación del ciudadano, por ello su cualidad espacial que, si bien no es de grandísimas dimensiones, mantiene un cuidado diseño de sus elementos, todos ellos funcionales y con la lógica del soporte bioclimático.

Es por ello el centro de organización del edificio, por el que transcurren todas las actividades y funciones y que nutre no solo de actividad, sino también de ventilación e iluminación natural.

Colaboración con Javier Haro Greppi

OO OA OSBORNE + OLIVA OFICINA DE ARQUITECTURA